20 mayo 2014

CERTAMEN DE MICRORRELATOS THE GANCHILLO NATURAL REVOLUTION (XI)

Para seguir leyendo, nuevos microrrelatos de nuestro concurso... Y para dar vuestro voto, sólo tenéis que esperar que aparezca en la página de facebook ;)!




31. EL PALITO MÁGICO

Aun se le saltaban las lágrimas cuando recordaba la lección que su pequeñín, Sergio, le había dado.

Aquella tarde, ella lo llevaba de camino al parque. En una esquina vieron a una señora con su hijo pidiendo. Cuando Sergio le preguntó qué hacían, ella le contestó que pedían dinero para comprarse un gorro y estar calentitos.

Sergio se paró en seco. Ya no quería ir al parque sino que lo llevara a casa de su tía. “No hace falta dinero mami, sólo el palito mágico de la tía y las bolitas de colores”.

Tanto insistió, que accedió. En cuanto llegó a casa de la tía, se fue para el costurero, sacó una aguja de ganchillo, una bola de lana y le dijo a su tía que le enseñara a usar el palito mágico para hacerle un gorro a la señora y a su hijo.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
32. ARTILUJIOS

Los niños en el cole, “cari” toda la mañana fuera, lo básico hecho, un café recién hecho en el escritorio. Frente al ordenador un vistazo a la prensa, últimos retoques a las páginas que administro y sus perfiles de los Medios Sociales , preparo la Tablet para llevármela al nuevo taller “antiestrés” al que me he apuntado. ¿Habrá wi-fi?-espero.

Oh¡¡ ¿Y esto?- No, no, y mil veces no¡¡¡ Se ha colgado¡¡¡¡

Escudriño cada lugar del aparato, pulso el botón de apagado mil veces sin resultado, pienso; ¿dónde tendré la factura?, aún debe estar en garantía...¡¡odio llegar tarde¡¡

La dejo, cojo el bolso y ..se ilumina sobre mi cabeza, cual dibujo animado una bombilla, ¿Cómo no se me había ocurrido antes?, el ganchillo, ¡¡puedo reiniciarla con el ganchillo¡¡¡. Un artilujio de vaya usted a saber de que siglo,me va a sacar de varios apuros de éste. Curioso ¿no?
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
33. A SOLAS CON EL GANCHILLO

Los niños ya están dormidos. Aunque son más de las nueve no ha anochecido del todo. Se acerca el verano y los días son ya más largos. Este es mi momento preferido del día; el cielo se pinta de garabatos rojos, anaranjados…

Aparto los visillos y dejo que esa luz añil lo invada todo. Acerco la mecedora a la ventana y coloco la vieja cesta de mimbre a mi lado. Una gran taza de té humeante… Echo un vistazo. Ya está. Lo tengo todo.

Me reclino y tiro del hilo suave, blanco, algodonado, y el ganchillo baila, ondulado, de uno a otro lado…
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- 34. ENTRE TEJER Y LEER

Justo antes de acostarme, el mejor momento del día, me regalo un ratito de merecido relax, después de haber andado de aquí para allá, cojo mi suave ovillo blanco y el ganchillo, así paso un buen rato con el pensamiento perdido entre los dedos.

Pero… ¿qué hora es? ¡Me he quedado dormida! Aquí en el sofá ¡claro, es tan cómodo! Se me ha hecho tarde, no leeré mucho esta noche. Tengo que repartir mejor este ratito que me queda solo para mí. 
¡Las dos cosas me gustan tanto! Leer me hace viajar, conocer otras vidas… pero el ganchillo me relaja, no puedo parar cuando lo tengo entre mis manos.

Mañana será otro día, pero que no se me olvide comprar otro ganchillo ¡se me acaba de colar por mi viejo sofá! No podré recuperarlo. Bueno… aprovechare para darme un paseo.
¡Otro ratito para mí!

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
35. ENTRE ÁRBOLES Y MADEJAS

Mañana de invierno… lluvia. Voy a recoger a los voluntarios que pasarán diez días haciendo trabajos en el monte, preparándolo para el verano.

Cuatro chicas y un chico… pensé que estaban descompensados y que el chaval se iba a aburrir.

Por el rabillo del ojo veo sus mochilas… hay algo que me llama la atención: de una de ellas salen unas hebras de lana y un trabajo de ganchillo. No sé si decir algo. Diez días de invierno en el monte y una de estas chicas se lleva la labor. Pregunto de quien es la mochila, y ante mi sorpresa él me responde que es suya: “no voy a ningún lado sin mis agujas y mis ovillos, ¿tendremos descansos, verdad?”

Los llevo hasta el punto de partida de su pequeña aventura, deseando ya su regreso y ver que ha nacido de esos tiempos de descanso entre árboles y madejas.

2 comentarios:

  1. ¡Hola! Sólo quería haceros una pequeña sugerencia. He visto que hay veintipico relatos subidos a facebook, de los 50 y algo que se han presentado.Si sólo subís a facebook uno por día, habrá muchos que sólo estarán en la página un par de días, y por tanto tendrán menos opciones de ser votados. Creo que es un agravio de cara a esos relatos que, aunque más tarde, se presentaron en plazo y deberían estar disponibles para su lectura el mismo tiempo que los demás.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola! Gracias por la sugerencia :), ya contábamos con ello, por lo que a partir de ahora y teniendo en cuenta que el plazo de recepción de textos está cerrado, iremos publicando más microrrelatos en el Facebook.

      Eliminar